El buen comer es una de los placeres de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires (porteños) y la gastronomía es un referente fundamental de los encuentros sociales y el tiempo libre. La cocina porteña se caracteriza tanto por su carácter internacional como por la variedad y calidad de la materia prima utilizada y por la cantidad de locales gastronómicos, aptos para todos los bolsillos
Carácter internacional
En Buenos Aires existen infinidad de restaurantes que sirven platos de diferentes países y comunidades. Las comidas típicas de otras regiones se afianzaron y popularizaron como propias, gracias a la fuerte influencia de los inmigrantes que llegaron de Europa, de Asia y de otros países latinoamericanos. Existen unas 57 variedades de cocina étnica: entre otras, cocina italiana, española, japonesa, francesa, nórdica, mexicana, china, árabe, turca o armenia. También hay locales de cocina afrodisíaca o vegetariana.
Variedad y calidad de la cocina
En Buenos Aires se hace un culto del buen comer, algo comprensible por la variedad y la excelencia de los vinos, la carne, las frutas y verduras y el pescado.
Los vinos argentinos, especialmente el tinto, cumplen las exigencias de calidad del más entendido. Se destacan los de Mendoza, donde también se produce el mejor champagne del país. La producción y exportación vitivinícola de esa región constituye una de las más importantes de Sudamérica, junto a la de Chile.
La excelencia de la carne argentina es reconocida a nivel mundial y sin duda los bifes de chorizo y el asado criollo son los platos preferidos por propios y extraños.
La forma más tradicional de cocinar la carne es asada a las brasas, acompañada por ensaladas. Hay parrillas de distinta categoría: desde aquellas de menú libre, hasta locales elegantes de tarifa elevada.
Para los que gustan del pescado, la gastronomía local ofrece variedades refinadas y sabrosas, como la merluza, la brótola, el lenguado, la corvina, el besugo y el pejerrey, provenientes de la pesca de altamar. Los mariscos constituyen un plato popular, que suele presentarse en cazuelas de calamares, langostinos y mejillones.
La comida italiana está muy difundida: las pastas, acompañadas por variedad de salsas, y las pizzas, elogiadas hasta por los mismos italianos, con un gran equilibrio de sabor entre la masa, las diferentes salsas y el queso muzzarella.
Para el postre se destacan las frutas frescas –servidas como ensaladas, con crema o como tartas– y los helados, elaborados artesanalmente sobre la base de cremas y frutas. Las heladerías de Buenos Aires permanecen abiertas y son muy concurridas tanto en verano como en invierno.
La comida tradicional criolla son las empanadas de carne cortada a cuchillo y algunos guisados como el locro –hecho con maíz blanco, carne vacuna y chorizo de cerdo–, la carbonada, el pastel de carne y papas, los pastelitos de dulce y las tortas fritas.
Restaurantes
En la Ciudad de Buenos Aires hay más de 8.000 locales de comida, desde los más sofisticados restaurantes hasta bares y líneas internacionales de comida rápida. El precio del cubierto oscilan entre los ocho y los 500 pesos. Al mediodía, sobre todo en la zona del microcentro y en la calle Florida, los restaurantes ofrecen menúes ejecutivos aún más económicos.
Barrios gastronómicos
Algunos barrios se distinguen por su oferta gastronómica. Los más destacados son Puerto Madero, Las Cañitas y Palermo Viejo.
Puerto Madero está ubicado junto al río, sobre la avenida Ingeniero Huergo, entre Brasil, Pierina Dealessi y la avenida Córdoba. El público que lo frecuenta suele estar conformado por hombres y mujeres de negocios, que superan los 30 años. El ambiente es sobrio y refinado. Durante el almuerzo los precios varían entre diez y quince pesos pero a la noche se incrementan considerablemente. Los turistas podrán saborear platos tradicionales y comida internacional.
Alrededor del Campo Argentino de Polo se encuentra Las Cañitas, un núcleo gastronómico reciente frecuentado por un público más juvenil, muchas veces vinculado a la publicidad y la moda. La oferta gastronómica es tradicional, aunque también pueden encontrarse locales que ofrecen cocina étnica, de autor y parrillas. Situado entre las avenidas Dorrego, Luis María Campos, Maure y Libertador, la atmósfera de Las Cañitas es tranquila y relajada.
Palermo Viejo, uno de los barrios más tradicionales de Buenos Aires, concentra una oferta gastronómica especializada en cocina italiana, parrillas y comida de autor. La zona de restaurantes se ubica entre las avenidas Scalabrini Ortiz, Santa Fe, Niceto Vega y Dorrego. La frecuentan intelectuales, artistas y figuras de la televisión y el cine, de entre 20 y 40 años. Los precios son más económicos que en Las Cañitas.